Linda Pérez que entró en coma el año pasado tras someterse a una cirugía de aumento de senos se le ha permitido regresar a su casa, pero sigue siendo incapaz de moverse por sí misma y sólo puede decir unas pocas palabras.
Los médicos temen que nunca se recupere, pero su madre, Mariela Díaz, no pierde la ilusión de volver a ver a su hija como antes y le celebra cada uno de sus avances como por ejemplo que ya no coma por un tubo. “Todavía tengo esperanza porque ella está viva y está en casa”, le dijo a The Miami Herald.
La niña entró en una gran depresión y llora todo el día, ve que no puede caminar y cuando asimila lo que le pasó se angustia. Linda sufrió daño cerebral una hora después de someterse a una cirugía de aumento de senos en el Coral Gables Cosmetic Center en agosto de 2013 después de pagar $ 2,800 dólares, cifra que se estima ser la mitad del precio normal.
El médico Dr. Jacob Freiman, que realizó la cirugía se defendió diciendo que se le ocultaron antecedentes médicos claves para la operación. Lo que ella no le dijo al doctor es que tuvo una complicación con la anestesia que se le suministró durante el nacimiento de su hijo.
Ella le dijo al médico durante una de sus consultas que tenía un historial de convulsiones leve porque rápidamente cuando le vinieron se terminaron, y que había dejado de fumar, por lo que se encontraba en perfecta condición para operarla.
Ahora sus padres planean solicitar al Tribunal de Familia para ser tutores legales del niño que ahora tiene 4 años. También se encuentran en una batalla judicial para demandar al médico que le puso los implantes de mama a su hija.
Aunque todavía se está debatiendo la explicación médica de lo que ocurrió exactamente y el doctor que la atendió tiene su expediente limpio según el Departamento de Salud de Florida, han surgido pruebas que culpan al anestesista Dr. Freiman (presente en la operación) de vender ilegalmente al menos 53.000 dosis de pastillas para el dolor de cuerpo y de tener su licencia médica suspendida.
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