El dueño de una concesionaria de Dinamarca tuvo que cerrar hace 30 años. Adentro del local quedaron guardados alrededor de 200 autos, hoy clásicos.
A los 92 años, Jens Sorensen, dueño de la empresa, murió y su hijo descubrió un increíble tesoro olvidado.
La concesionaria pasó por algunos inconvenientes económicos hace unos 30 años y debió cerrar sus puertas. El hecho hubiese carecido de relevancia a no ser por algo muy particular: el depósito de la concesionaria quedó cerrado desde esa fecha con cientos de autos 0 km en su interior esperando ser vendidos, según publicó coches20.com.
No hay comentarios