Todo el mundo anda pendiente de lo que este soldado llevó a cabo, y no es para menos, ya que nadie en su sano juicio podría pensar que acabaría eliminando a sus propios compañeros.
Pero así ha sido, y desde el mismo momento en que se ha hecho pública la información se ha generado un amplio debate en torno a los traumas que pudiera sufrir.
La noticia ha conmocionado a toda Corea del Sur, así como al mundo entero. El soldado sargento de apellido Lim acabó con la vida de varios compañeros directos.
Posteriormente, tras herir a siete soldados de su propio batallón, huyó con prisa, no dejándose atrapar, aunque tuviera que seguir disparando e hiriendo para ello.
Cuando pudo hacerlo, se escondió en un refugio donde lo asaltaron, rodeándolo y esperándolo por decenas de horas, hasta que finalmente pudo ser atrapado.
Este mismo lunes, las Fuerzas Armadas surcoreanas lograron atrapar al fugitivo que tenían cercado desde el pasado domingo, tras cometer el asesinato de varios compañeros de batallón.
Al parecer, de acuerdo con lo informado por un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl, el soldado fue arrestado justo después de que se disparara en el estómago "con intención de suicidarse".
El portavoz de Defensa añadió también que Lim, el sargento de 22 años de edad, "está siendo trasladado al hospital, aunque no se teme por su vida", aseguró.
Una vez finalizada la guardia del pasado sábado, el soldado Lim lanzó una granada y disparó con su rifle a un puesto situado en la ciudad de Goseong, situado en la provincia de Gangwon.
Gangwon se encuentra en la zona Desmilitarizada entre las dos Coreas, y en dicho lugar murieron cinco soldados y otros siete resultaron heridos, aunque actualmente continúan estables.
Una vez finalizado el ataque, el soldado Lim se escondió en la montaña, armado con una granada, una pistola y 60 balas, al tiempo que disparaba a sus perseguidores, dejando un herido entre ellos.
Los padres de Lim colaboraron en la detención del soldado, tratando de convencerlo mediante llamadas telefónicas de que saliera del lugar donde permanecía escondido y se entregara.
En 2005 ya se produjo un suceso similar al narrado, cuando un soldado perteneciente a la unidad cercana asesinó a ocho compañeros lanzando una granada al barracón donde dormían.
Este suceso es por tanto recurrente en un país que vive siempre una gran tensión conflictiva militar, por la turbia y tirante relación con sus vecinos de Corea del Norte.
Como no podía ser de otra forma, han sido muchas las reacciones que han surgido en torno a al hecho de que este soldado asiático haya hecho lo que se le atribuye, que es una auténtica salvajada.
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